En un unplugged, Inés Basombrío logró creó un clima que sedujo a los espectadores que disfrutaron como estando en el living de su casa
Milagros
Inés Basombrío, voz y guitarra.
Almas fortalecidas fue lo que Inés Basombrío dejó el sábado 13 en el Centro Cultural Carlos Martínez Moreno (CCCMM) de la plaza de los Olímpicos. Esa noche, la cantante argentina residente en Uruguay desde hace siete años, logró crear un clima con su guitarra y su voz que sedujo a los espectadores, que los hizo sentir como en el living de su casa.
Recorrió temas de su disco "Músculos del alma" y otros temas de su repertorio que prefiere no clasificar. Le gusta más que el público busque definirlo.
Y en la noche se fue haciendo el milagro. Los milagros no son otra cosa que esos momentos tan llenos de humanidad, belleza y placer que nos hacen revitalizar nuestra fe en la vida. Un rato de buena música, con buena gente y buen ánimo pueden construir un milagro. Eso fue lo que sucedió el sábado 13, en la antigua subestación de los trolley buses de la plaza de los Olímpicos.
Pequeña cofradía del milagro, una fiesta de la música que reconfortó las almas.
Inés Basombrío y Susana Ibarburu a todo tango.
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