jueves, 15 de abril de 2010
Biografía de Carlos Martínez Moreno
Escritor, abogado, crítico, analista, un protagonista de su tiempo
CMM, un humanista
La cantidad de campos en los que Carlos Martínez Moreno dejó su huella, la calidad y profundidad de sus aportes como escritor, crítico y periodista y su firme compromiso con la defensa de la democracia y los derechos humanos hicieron de este intelectual un actor clave de su tiempo
Su tiempo, el tiempo en que desplegó sus mayores esfuerzos, no fue otro que el tiempo más complejo que vivió Uruguay durante el siglo XX.
Hijo Carlos Salvador Martínez y Dolores Moreno, Carlos nació el 1º de setiembre de 1917 en Colonia del Sacramento y cuando tenía cuatro años, su familia se trasladó a Melo. En la capital de Cerro Largo, su padre se haría cargo de la administración del hospital público de aquella ciudad.
La denominada generación del Centenario se aprestaba a celebrar el primer siglo de vida independiente de Uruguay cuando, en 1925, Carlos comenzó a ir a la escuela. Ese año su familia se instaló en Montevideo.
Escribió sus primeras letras antes de su adolescencia pero comenzó a publicar sus primeros textos en revistas en 1938. Su primer libro -Los días por vivir- apareció en 1960.
Cuatro años antes, la revista Número premió su novela Cordelia que se editó en 1961.
Con el cuento Los aborígenes ganó el segundo premio del concurso que organizado la revista Life en español en 1960. El reconocimiento internacional le llegó a partir de 1961 cuando, con la novela El paredón, obtuvo un accesit en el concurso Biblioteca Breve de la editorial Seix Barral.
Como periodista fue crítico teatral, literario, analista político y editorialista. Integró las redacciones de El País, La Mañana, El Diario y las revistas Número, Alfar, Maldoror y la argentina Crisis. En el exilio que comenzó en 1977, trabajó en Texto Crítico, Camp de l'arpa, en escribió en la segunda época de los Cuadernos de Marcha y en La Jornada de México.
Fue parte de la redacción de Marcha desde 1943 hasta que la dictadura militar cerró el semanario de Carlos Quijano el 8 de febrero de 1974.
Su actuación como hombre derecho tuvo un punto culminante en 1968 cuando hizo un recordado informe in voce ante la Suprema Corte de Justicia (SCJ) acerca de la inconstitucionalidad que suponía la práctica ya instalada de que la Justicia Militar entendiera en delitos cometidos por civiles.
Se recibió de abogado en 1948 y al año siguiento comenzó a desempeñarse como Defensor de Oficio y se fue conviritiendo en uno de los penalistas más prestigiosos que tuvo el país.
Cómo muchas familias uruguayas, la de Martínez Moreno estuvo signada por la pertenencia de parientes a uno y otro de los partidos de tradición liberal que forjaron los primeros años de vida política del país: el partido Nacional o blanco y el partido Colorado.
De estirpe colorada la familia del padre, de estirpe blanca la materna (*), Carlos fue colorado y, con el grupo de Zelmar Michelini, fundador del Frente Amplio coalición de partidos creada en 1971.
Desde principios de los años 70 fue defensor de presos políticos y se hizo cargo de la defensa del general Líber Seregni desde 1973 hasta que partió al exilio.
Su explícito compromiso con estas causas lo hizo víctima de un atentado con bomba que sufrió en su casa de la calle Verdi a escasos metros de la plaza de los Olímpicos. Corría el año 1972.
Fue un lúcido testigo del decaecimiento del sistema democrático y dejó reflejada su visión sobre aquellos tiempos duros en los artículos publicados en Marcha entre 1972 y 1973. Aquellos escritos fueron recopilados en Los días que vivimos, libro que se publicó en 1973.
El 27 de junio de 1973, el ex presidente Juan María Bordaberry derribó las instituciones y en 1976 los militares lo derribaron a él de la presidencia. La dictadura lograba imponer el terror en el país.
En 1977, conciente de las limitaciones y los riesgos que corría, Carlos partió con su familia al exilio.
Recaló primero en Barcelona (España) donde permaneció durante casi un años trabajando como corrector de estilo y publicando en algunas revistas.
El segundo y último destino fue México D. F. Allí ejerció la docencia en la Universidad Autónoma de México. Dio clases de Teoría Social, seminarios en la Facultad de Ciencias Sociales y escribió regularmente para La Jornada.
En los años del exilio desarrolló una intensa actividad en defensa de la democracia y los derechos humanos en Uruguay. Con ese objetivo viajó por Estados Unidos y diversos países de Europa y América Latina.
Con su último libro, "El color que el infierno me escondiera" (1981), Martínez Moreno obtuvo los primeros premios de los concursos de la editorial Nueva Imagen y la revista Proceso.
La muerte lo encontró en México tramitando el regreso a su país, el 21 de febrero de 1986.
En ese momento y desde 1972, Carmen García era su compañera y la madre de su tercera hija ("Carmencita, que se llama Matilde", como le escribió Juan Carlos Onetti en la dedicatoria de un libro) . En 1942, se había casado con María Adela Moreira con quien tuvo dos hijos.
En 1987 se publicó el libro póstumo Animal de palabras y en 1994 la Cámara de Senadores editó parte de su obra. En 2001, se erigió una escultura del plástico Anhelo Hernández en su honor en un espacio público que lleva el nombre de Martínez Moreno en la costa de Montevido.
En 2009, el Ministerio de Educación y Cultura editó Tierra en la boca. La novela es el volúmen 181 de la Colección de Clásicos Uruguayos de la Biblioteca Artigas.
Algo de la obra de CMM
Novelas y libros de relatos:
Los días por vivir (1960).
Los aborígenes (1961).
El paredón (1963).
Cordelia (1961).
Con las primeras luces (1966).
La otra mitad (1966).
La sirena y otros relatos (1968).
Los prados de la conciencia (1968).
Las bebidas azules (1969).
Doca (1970)
De vida o muerte (1971).
Tierra en la boca (1974).
El color que el infierno me escondiera (1981).
Ensayos literarios y otros.
El aura del Novecientos, (1968).
Los narradores del Novecientos: Carlos Reyles (1968).
Las vanguardias literarias (1969).
Psicoanálisis y literatura en "Cien años de soledad" (1969).
Montevideo en la literatura y el arte (1971).
El mundial del 30 (1970).
Jurisdicción ordinaria y jurisdicción militar (1971).
Los días que vivimos. Dieciséis ensayos inmediatos (1973).
En base a la biografía y prólogo de Rosario Peyrou incluido en la edición de Tierra en la boca
que publicó el Ministerio de Educación y Cultural en 2009.
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